6/7/14

¿Por Qué Escribo Sobre Ciencia?

¿Por Qué Escribo Sobre Ciencia?


"No hablar de las ciencias me parece perverso. Cuando uno se enamora, se lo quiere decir al mundo."

¿Por Qué Escribo Sobre Ciencia?

-Carl Sagan

Pienso que los científicos somos educadores, punto. No importa que la mayoría de mis colegas no se describan a sí mismos como tales. Cuando uno hace ciencia, cualquier descubrimiento se añade a la herencia de conocimiento de todos los seres humanos. Este conocimiento, tarde o temprano va a ayudarnos a entender un poco mejor nuestro universo.

Dígame usted, amable lector, si esto no es educación, ¿Qué es?

Los educadores, particularmente en las ciencias, son (o al menos deberían ser) narradores; ésto es, no sólo presentar datos, sino contar una historia. Me parece que es la mejor manera de enseñar. Al contar una historia uno es capaz de demostrar el verdadero entusiasmo por tu área del saber. Éste verdadero entusiasmo es contagioso y no se puede fingir. Cuando tus lectores se contagian de este entusiasmo, muy pronto querrán saber MÁS. Eventualmente, muchos de ellos podrán contribuir a la humanidad con conocimiento original, y el ciclo sigue…

Hace algún tiempo, adquirí una habilidad especial. Puedo darme cuenta del momento exacto de cuando uno de mis estudiantes comprende un concepto. Es muy difícil de explicar, pero es un leve cambio en la mirada que me dice de manera indiscutible que "algo" se activa. Esto generalmente es seguido por una sonrisa. Para mí, es un sentimiento indescriptible.

¿Por qué escribo sobre ciencia, particularmente para los no científicos?

A pesar de que tengo experiencia escribiendo ciencia, hasta hace muy poco ésta experiencia solo se limitó a mi tesis de maestría y mi disertación doctoral, asi como mis artículos de investigación. Escribo sobre ciencia para los no especialistas porque esencialmente, deseo compartir con mis lectores mi fascinación con el mundo natural, empezando por las estrellas y terminando con los dinosaurios. En fin, todo lo que la ciencia nos puede ofrecer.

Siempre he sido un "comelibros"; desde niño me gustó leer de todo y sobre todo, pero la ciencia siempre me gustó un poquito más… Ésta era la época de las enciclopedias; yo me leía del tomo A hasta el tomo Z como si nada. También leía todo libro que cayera en mis manos (y acá entre nosotros, me encantaban los paquines). De más está decir que siempre me gustaron las bibliotecas y las librerías.

Uno de mis recuerdos más atesorados de mi niñez es cuando mi papá, que en paz descanse, me "hacía preguntas". Generalmente nos sentábamos en el balcón de la casa a hablar, y el simplemente me preguntaba cosas:

"¿Cuál es el planeta más grande del sistema solar?"

"¿Hace cuanto tiempo vivieron los dinosaurios?"

Y así por el estilo. Cabe señalar que mi papá no era científico, lo de él eran los números. Simplemente él estaba ahí para mí, ayudándome a crecer y alimentando mi curiosidad sobre las ciencias.

Uno no puede menos que maravillarse con este universo nuestro, donde la materia eventualmente y naturalmente, a través de millones de años, generó a los seres vivos, y dentro de esos seres vivos, eventualmente apareció el pensamiento. De todas esas millones de especies de seres vivos en nuestro planeta, sólo una de ellas (hasta donde sepamos) es capaz de pensar, y no solo pensar por pensar, sino específicamente imaginar cosas que no están directamente frente a nosotros, cosas que van más allá de nuestras experiencias cotidianas, por ejemplo:

¿Qué existe más allá de las estrellas?

¿Cómo comenzó el universo?

¿Por qué existen las cosas?

De más esta decir que esa especie somos nosotros. Es importante señalar que muchas de éstas preguntas no podrán ser contestadas hasta dentro de mucho tiempo. ¡Es más, muchas de ellas no podrán ser contestadas nunca! A pesar de esto, las respuestas a éstas y muchas más preguntas, sólo podrán venir desde donde nace nuestra curiosidad y de nuestra capacidad de maravillarnos con el universo en el que vivimos.

Una consideración práctica que todo escritor científico debe tener en mente es que vivimos en una sociedad extremadamente dependiente de la ciencia y de su prima hermana, la tecnología. A la misma vez, es preocupante que solo un pequeño sector de nuestra sociedad sabe lo que es y no es la ciencia; de lo que la ciencia es capaz y no capaz de hacer. Peor aún, a pesar de que muchas personas están dispuestas a aprender sobre estos temas, hay mucha información errónea en el ambiente, desde las seudociencias hasta la ciencia "politizada".

Personalmente, tengo tres razones para escribir sobre ciencia.

La primera es emotiva. ¡La ciencia simplemente me gusta y punto!

La segunda razón es que deseo de todo corazón compartir este amor por nuestro mundo natural con la mayor cantidad de personas posible.

Finalmente, deseo convencer a mis lectores de que la ciencia es esencial, de que la ciencia nos provee una serie de herramientas que más tarde o más temprano, van a ser imprescindibles para nuestra propia supervivencia.

Como diría mi Vulcano favorito: "Es lógico".

Nota: Éste artículo fue publicado originalmente en Inglés. Lo puedes encontrar aquí: http://baldscientist.wordpress.com/2012/08/05/why-write-about-science/
La versión original en Español está aquí:
http://baldscientistesp.wordpress.com/2012/09/01/por-que-escribo-sobre-ciencia/

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