el diputado provincial Rubén Almará fue el promotor del proyecto de ley para censurar las redes sociales en Entre Ríos, y páginas webs. Pero ahora Almará, muy criticado desde todo el país por su ambición censora, confesó que el proyecto no fue idea suya sino que él sólo lo presentó, y que los promotores fueron el gobernador Sergio Urribarri, y el presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Emilio Castrillón.
Almará al ver que "su proyecto", algo que ya parecía raro que él presentara atentos al poco apego del legislador a sus tareas como diputado, para pedir que se restrinja el uso de las redes sociales en caso de conmoción, trajera tanto revuelo e hiciera que el gobernador y otros dirigentes que él creía eran sus amigos le soltaran la mano, volvió a sus viejas épocas y recordó, esta vez no con la guitarra, sino con cuanto micrófono se le cruzara por delante, sus épocas de "cantor", y en su nueva canción descubrió que quienes habrían sido realmente los creadores intelectuales del proyecto serían un miembro del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, Emilio Castrillón y el mismísimo gobernador de la provincia, Sergio Urribarri.
N. de la R.: Rubén Almará se hizo famoso en Entre Ríos cuando era presidente de la departamental del justicialismo de Paraná, aliado de Jorge Busti, y se reivindicó como "lopezreguista" e insultó a Estela de Carlotto, por lo cual lo echaron de su cargo partidario.
Ahora fue el autor del texto que busca restringir las redes sociales en épocas de conmoción social. Él dijo que los porteños no entienden lo irresponsables que pueden ser los entrerrianos en el uso de Twitter y Facebook (?).
Almará es dueño de una FM, eterno oficialista de los gobiernos provinciales aunque él afirmó: "No soy oficialista. Yo no tengo nada que ver con el oficialismo. Mi límite es Urribarri, yo no soy K".
Pero, en diálogo con Pablo Duggan, por la FM Latina, aseguró que el gobernador Sergio Urribarri "estaba contento y orgulloso" por el proyecto y que lo "tomó como propio".
"Pregúntale a Urribarri que piensa de esto. ¿Le vas a decir que es antidemocrático?", desafió el legislador al periodista.
PARANÁ (Especial para Urgente24). El hombre, vestido con una rara mezcla de narcotraficante colombiano de película yankee y cantante de cumbias o cuartetero, con pantalones chupines color bordó, camisa con vivos de flores en tonos rosa, saco blanco ajustado al cuerpo, medias al tono y zapatillas blancas, parecía un personaje sacado de una historieta de los años cincuenta; pero sin embargo había otros aspectos que no encajaban en tanto "composé" pretendido: Su cabellera muy mal arreglada y desteñida, sin dudas por el uso de tinturas de baja calidad, una barba desprolija y unos anteojos de muy mal gusto, descomponían todo lo quimérico del ropaje. En realidad lo ponían, al personaje, en su más justa descripción: un mamarracho.
Rubén Almará, el ahora diputado censurador de la democracia entrerriana, según cuentan algunos viejos militantes de entonces, en tiempos de la dictadura, le habría hecho honores como nadie en esta provincia a aquella vieja canción de los famosos Hermanos Cuestas (los silbadores, por si alguien no recuerda), que en una de sus estrofas decía "y en Puerto Sánchez… con guitarra soy cantor".
Luego por esas "cosas raras" de la política, el cartero, se transformó en locutor, luego en dueño de la radio, más tarde en diputado provincial por una fuerza contraria al kirchnerismo y enseguida, por "alguna cuestión" se pasó al kirchnerismo de Sergio Urribarri.
Ahora bien, parece que en el contrato del "pase" alguien se olvidó de poner una cláusula muy importante: Que si "al contratado" se le pide algún "mandado especial" nunca deberá mencionar quien fue la persona que se lo encomendó. Justo con el famoso "cantor" se fueron a olvidar. Y entonces sucedió lo que debía ocurrir.
Almará al ver que "su proyecto", algo que ya parecía raro que él presentara atentos al poco apego del legislador a sus tareas como diputado, para pedir que se restrinja el uso de las redes sociales en caso de conmoción, trajera tanto revuelo e hiciera que el gobernador y otros dirigentes que él creía eran sus amigos le soltaran la mano, volvió a sus viejas épocas y recordó, esta vez no con la guitarra, sino con cuanto micrófono se le cruzara por delante, sus épocas de "cantor", y en su nueva canción descubrió que quienes habrían sido realmente los creadores intelectuales del proyecto serían un miembro del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, Emilio Castrillón y el mismísimo gobernador de la provincia, Sergio Urribarri.
A aquél hombre del inicio de esta historia no le importaba parecerse a un mamarracho, sabía que vistiera como se vistiera, o el hecho de haber mandado al frente al gobernador y a uno de los miembros más altos de la justicia entrerriana como autores del proyecto de censura de las redes sociales que él presentó, no serían impedimento alguno para ingresar al recinto de la Cámara de Diputados de Entre Ríos y sentarse en su banca como si nada hubiese pasado. Ahora necesitaban de su voto para aprobar el ajuste tributario más grande de la historia de Entre Ríos. Y él, como siempre, estaba dispuesto a cobrar.
Al mismo tiempo, como ya había vuelto a demostrar sus "dotes de cantor", estaba más seguro que nunca de que alguien se animaría a decirle algo, por temor a que siga "cantando".
Además de relacionarlo a Almará con aquella vieja canción de los Hermanos Cuestas, habría que hacerlo también con aquella de Rubén Blades: Pedro Navaja, que decía: "Por la esquina del viejo barrio lo vi pasar con el tumbau que tienen los guapos al caminar, las manos siempre en los bolsillos de su gabán pa que no sepan en cuál de ellas lleva el puñal. Usa sombrero de ala ancha de medio lao y zapatillas por si hay problemas salir volao, lentes oscuros pa' que no sepan que está mirando y un diente de oro que cuando ríe se ve brillando...", le quedaría mucho mejor.
Pero ahora que se sabe, por boca del mismo Almará, que entre los autores intelectuales estaría el gobernador Urribarri, habría que recordar la nota publicada en agosto de este año por el periodista de "ElEntreRíos.com", Osvaldo Bodean, de Concordia que él tituló "No censure gobernador, no tenga miedo", y en la que se refería a las preferencias de Urribarri hacia la censura. El periodista decía en el inicio de su nota: "¿Qué otra cosa si no el miedo es el siempre escondido motivo por el que los poderosos procuran acallar las voces que incomodan?".
Almará, fiel a su forma de ser, ni bien se vio acorralado por las circunstancias, hizo lo que mejor sabe hacer: "cantar" y con ello dejó al descubierto, a pesar de su particular forma de vestirse, de sus modales muy poco agradables, de su verborragia soez, de su cabellera desteñida, que no es el único mamarracho de esta historia.
Lamentable por cierto, la vergüenza que debemos soportar los entrerrianos por culpa de estos personajes.
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