27/11/13

Ramon a un paso de irse

Sólo un buen domingo evitará el peor ciclo.El partido ante Argentinos, último de local, pone mucho en juego.

Ramon a un paso de irse

Lejos de la jungla Monumental, Daniel Passarella está más cerca del cielo que del infierno. Fue a visitar al Papa, claro. Y aunque difícilmente pueda exculparse de sus pecados en Núñez, esos que incluyen un descenso y un balance de números rojos, ya no es el foco de la bronca de los hinchas, que saben que se bajó de las elecciones del 15 de diciembre. La cara visible, entonces, es Ramón Díaz, el entrenador que todos querían sentado en el banco, el mismo al que en estos tiempos de crisis empiezan a mirar de reojo. El propio riojano lo sabe. Y también tiene claro que, si no gana el domingo, igualará su peor ciclo como técnico de River.

Entre el Torneo Apertura 98 y la Copa Mercosur del mismo año, River estuvo 11 partidos sin ganar (5 empates y 6 derrotas). Actualmente, entre el Torneo Inicial y la Sudamericana, hace 10 partidos que no logra un triunfo (4 empates y 6 derrotas) y el viernes se cumplen dos meses de la última vez que consiguió tres puntos, el 29 de septiembre ante Lanús en el Sur. Además, necesita que su equipo haga cinco goles para que la campaña no se transforme en el peor registro de eficacia de River en torneos cortos, ya que en el Clausura 2011, cuando terminó en el último puesto, anotó 15. Hoy sólo suma 10 gritos en 17 fechas. Una consecuencia, a fin de cuentas, de un nivel de juego muy flojo.

Ramón ya utilizó todas las fórmulas, pero no pudo encontrar la química para este River en estado de ebullición. Utilizó 27 jugadores en los dos torneos; 22 formaciones en 23 partidos; cambio esquemas (4-3-1-2, 4-4-2, 4-2-3-1) y no le encontró la vuelta. Hay bajones individuales, es cierto. Sin embargo, el riojano, a medida que se encadenaron los malos resultados, dejó de darle continuidad a los futbolistas. Ledesma es un caso testigo. Pasó de ser su generador de juego a estar una lista de prescindibles. Y no tuvo ojo para los refuerzos. Ni siquiera Teo Gutiérrez, a quien trajo para que haga goles y terminó jugando lejos del área, pagó el costo de la inversión (3.250.000 dólares). Ni hablar de Carbonero, Fabbro, Ferreyra y Mora. El capitán Ponzio es otro cada vez más relegado.

En este contexto, Ramón sabe que el partido del domingo ante Argentinos, el último en el Monumental y a tan sólo dos semanas de los comicios presidenciales, puede acrecentar el malhumor que existe en torno a su figura. Ayer hubo versiones de renuncia. Allegados al Pelado , lo desmintieron. "Si esperó una década para volver a River, no se va a ir por la puerta de atrás ", le confiaron a Clarín. El técnico también sabe que la mayoría de los candidatos a presidente no lo quiere, aunque D'Onofrio fue el único que se animó a cuestionarlo por el rendimiento futbolístico.

Hoy, el plantel regresará al trabajo en Ezeiza. Sin Mercado ni Alvarez Balanta, suspendidos, Ramón deberá rearmar el equipo y no volver a perder en el intento.


river

En filigranas de baile...
comenzaba su paseo
sobredosis de talento,
convertia a sus rivales
en estatuas de cemento ♫

ramon


diaz

irse

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