Qué leer este verano: del porno para mamás a los clásicos
Las listas de lecturas recomendadas son sospechosas en más de un sentido, especialmente cuando contienen la palabra "verano" en el título. Porque lo más probable es que quienes no acostumbran leer estén menos dispuestos a comenzar en vacaciones. En cuanto a los que sí leen, tal vez tengan un montón de títulos pendientes y aprovechen el verano para ponerse al corriente con lo que no han podido leer antes. El nombre de este post es una causa perdida. De todos modos, por si alguno de ustedes busca sugerencias sobre qué leer este verano, les traemos algunas: libros para diferentes gustos e intereses, que van del porno para mamás a los clásicos, pasando por la nueva literatura mexicana.
Porno para mamás
Hay muchas opciones para quienes estén interesados en continuar sobre la línea de 50 sombras de Grey. El éxito de la trilogía de E. L. James se traduce en una legión de escritoras que publican novelas rosas con un twist sado, en espera de resultados similares. Así, en las librerías se solicitan títulos como Perdida de Gillian Flynn, Siete años para pecar de Sylvia Day y Pídeme lo que quieras de Megan Maxwell.
Y, si ya estamos en ésas, recomiendo la trilogía de la Bella Durmiente, que Anne Rice escribió y publicó en los 80 bajo el pseudónimo A. N. Roquelaure. Auténtico porno, con menos melcocha de la que aparece en 50 sombras, lo que lo vuelve más honesto. La primera novela, El rapto de la Bella Durmiente, es reiterativa, a veces hasta cansada, pero pornográfica. Misión cumplida.
La voz de una experta
La novela de Sasha Grey estará lista en junio. Se llama The Juliette Society y será editada en español por Grijalbo. El argumento es el típico: una estudiante de cine, guiada por una de sus compañeras (una que es rubia y muy sexy), se sumerge en el mundo del fetichismo, la pornografía y las orgías. Y ni siquiera esperamos que el estilo sea sorprendente. Es sólo que la Grey, después de su amplia y respetable experiencia como pornstar, sabe bien de lo que habla.
Tres contemporáneos
1.Lo más reciente de Jonathan Franzen. El nombre del libro es Más afuera, un título que alude al tiempo que el autor pasó en un archipiélago sudamericano, intentando releer Robinson Crusoe, reponerse de una gira promocional y depositar en la playa las cenizas de su amigo, el escritor David Foster Wallace. Se trata de una colección de 21 ensayos, artículos y discursos escritos en los últimos años.
2.Este año Anagrama editó lo último de Amélie Nothomb (quien figura en nuestra selección de escritoras guapas): Matar al padre es una novela en que la autora narra con voz masculina y que, según he leído, no resultó precisamente lograda. Pero es Amélie Nothomb, así que pienso darle una oportunidad y, si fuera ustedes, también se la daría.
3.Miranda July, también entre las guapas, publicó en 2011 un libro llamado Te elige. La autora estuvo leyendo anuncios clasificados y quiso saber quiénes publicaban las ofertas, quiénes eran esas personas. Acompañada de la fotógrafa Brigitte Sire, July recorrió Los Ángeles para conocer a 13 de ellas. El libro es un poco entrevista, un poco narrativa, un poco fotografía. Muy Miranda July.
2.Este año Anagrama editó lo último de Amélie Nothomb (quien figura en nuestra selección de escritoras guapas): Matar al padre es una novela en que la autora narra con voz masculina y que, según he leído, no resultó precisamente lograda. Pero es Amélie Nothomb, así que pienso darle una oportunidad y, si fuera ustedes, también se la daría.
3.Miranda July, también entre las guapas, publicó en 2011 un libro llamado Te elige. La autora estuvo leyendo anuncios clasificados y quiso saber quiénes publicaban las ofertas, quiénes eran esas personas. Acompañada de la fotógrafa Brigitte Sire, July recorrió Los Ángeles para conocer a 13 de ellas. El libro es un poco entrevista, un poco narrativa, un poco fotografía. Muy Miranda July.
Literatura en español
Mondadori acaba de editar Todos los cuentos de Gabriel García Márquez, para celebrar el número 500 de la colección Literatura Mondadori.
Recomiendo también echar un vistazo al catálogo de la editorial independiente Arlequín, en donde hay literatura hecha en México y en otros países, con ediciones súper bonitas y cuidadas. En particular recomiendo Pasajero en tránsito de Rogelio Guedea, un autor que acostumbra pasearse entre la narrativa y la lírica, un experto en minificción. El libro es "una antología de postales de viaje, que van de los pasillos universitarios y sus formalidades hasta echar una mirada sobre Colima a través de Google Maps".
Lo que se ha vendido como pan caliente
Jamás leería Inferno de Dan Brown, y no porque presuma de sacarle la vuelta los best sellers (tal vez sólo un poco) sino porque el principio de El código Da Vinci me pareció tan soporífero que jamás logré pasar de la quinta página. Igual lo recomiendo porque muchísima gente en todo el mundo está leyéndolo en este mismo instante, porque según esto se retoma la historia del personaje Robert Langdon y porque dijimos que para diferentes gustos.
De la cartelera
El gran Gatsby. La novela, de 1925, fue escrita por Scott Fitzgerald y es muy representativa de su época: el Nueva York de los años 20, el jazz, las fiestas, el lujo, la frivolidad, las obsesiones, la demencia... Porque ningún panorama brillante está completo sin la oscuridad de algunos recovecos. Buen momento para leerla y compararla con ésta y las otras adaptaciones cinematográficas que se hicieron antes.
Guerra Mundial Z, basada en el libro homónimo de Max Brooks y protagonizada por Brad Pitt. Si quieren leer una guerra mundial contra zombis, ésta es su novela. (¿Zombis leídos o zombis en pantalla? ¿Qué será peor?)
Libros de otra era
Finalmente, recomendaciones para quienes experimentan aversión hacia la literatura que no haya sido escrita por lo menos el siglo pasado. Este verano podría traer consigo el momento adecuado para comenzar a leer obras y autores clásicos, esos a quienes se les ocurrieron las grandiosas ideas que encontramos en los títulos contemporáneos. El buen clima se presta para la lectura de extensos volúmenes y, en el mejor de los casos, habrá tiempo de sobra. Si temen retroceder demasiado en el tiempo, comiencen por el siglo XIX. Lean Ana Karenina de León Tolstói o Crimen y castigo de Fiódor Dostoyevski. Mínimo.
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