Así que te enamoras.
Es el inicio de una montaña rusa química dentro de tu cerebro. Agárrate fuerte, porque una vez que empieces este recorrido, no hay vuelta atrás. 3, 2, 1…
Te pones todo nervioso cuando estás cerca de ellos, tu corazón late más rápido y tus manos se ponen todas húmedas.
Los niveles de la adrenalina de la hormona aumentan cuando estás cerca de alguien que te gusta, llevándote a un completo estado de reacciones realmente atractivas en tu cuerpo.
Tus pensamientos acerca de ellos rayan en lo obsesivo.
Cuando te enamoras, los niveles de la serotonina (que tiene un efecto calmante) parecen disminuir. Los niveles de serotonina también disminuyen en las personas con Desorden Obsesivo Compulsivo, lo que podría explicar por qué no puedes dejar de pensar en tu enamorado.
Piensas que son mucho más perfectos.
Lo cual en realidad podría no ser algo malo. Un estudio encontró que las personas que idealizaron a sus parejas (y viceversa) estaban más satisfechas con sus relaciones.
Tus niveles de cortisol suben cuando estás enamorado.
También conocido como hidrocortisona, el cortisol es una hormona que se libera en respuesta al estrés. No es exactamente sorprendente, pues puede ser muy estresante.
En las mujeres, aumenta la testosterona, pero en los hombres desciende.
Esto casi iguala las cosas. "Es como si la naturaleza quisiera eliminar lo que puede ser diferente en hombres y mujeres, porque es más importante sobrevivir [y tener pareja] en esta etapa", según le indicó la investigadora Donatella Marazziti a New Scientist.
Si tienes suerte, también gustarán de ti.
Es más probable si ellos tienen genes que son diferentes a los tuyos, según un experimento en el cual las mujeres olieron camisas de hombres. Ellas abrumadoramente prefirieron aquellas camisas pertenecientes a hombres con genes del sistema inmunológico diferentes a sus propios genes
También puedes esperar euforia, insomnio, pérdida de apetito y un torrente de motivación.
Puedes darle gracias al neurotransmisor dopamina por eso. La dopamina también es la responsable de sentirse adicto al amor (entre las muchas, muchas otras cosas que hace).
¿Y cuándo finalmente besas? TANTA DOPAMINA.
La dopamina se incrementa bruscamente durante experiencias novedosas y nos hace ansiar más.
Besar también hace que tus pupilas se dilaten.
Lo cual podría ser la explicación de por qué cerramos los ojos.
Tu corazón también late más rápido y más oxígeno llega a tu cerebro.
Todo gracias al neurotransmisor epinefrina y norepinefrina que promueven la respuesta de lucha o huida.
La hormona oxitocina también puede ser desencadenada por besar.
A menudo llamada erróneamente la "hormona del amor" o "molécula moral", la oxitocina puede hacer muchas cosas dependiendo del contexto. Pero se piensa que es lo que ayuda a mantener vivo el amor en una relación mucho después que el período inicial de luna de miel ha acabado.
Con el tiempo, los besos parecen disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Entre más larga sea la relación, más será la disminución.
Finalmente, las otras hormonas que se pusieron un poco locas regresarán a su estado normal.
Alrededor de un año después de estar enamorado tus niveles de serotonina deberían volver a ser normales, así que no más pensamientos obsesivos.
¿Y si al final la relación no funciona? La próxima vez tienes que repetir todo de nuevo.
El que no me comente..
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