La actual composición étnica de la población de la Argentina es el resultado directo de la descendencia de la gran ola de inmigración, principalmente de europeos mayoritariamente italianos y españoles, sucedida entre 1850 y 1955, que se suma a de una población aun mas blanca que estaba instalada previamente a la independencia de Argentina, integrada por una base indígena originaria y africana presente desde la conquista española, fuertemente mestizadas entre sí con sus distintas variaciones (mestizos, mulatos, zambos) y con una relativamente pequeña población de colonizadores españoles. Desde entonces la composición étnica estuvo básicamente influenciada por las grandes migraciones internas del campo a la ciudad y del norte hacia el litoral. Adicionalmente la Argentina cuenta con considerables minorías árabes, armenias, japonesas, chinas, coreanas.
Al igual que Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Brasil y Uruguay, la Argentina es considerada como un «país de inmigración
De acuerdo con los resultados de un estudio realizado en 2010 por el genetista argentino Daniel Corach, el mapa genético de la Argentina estaría compuesto en un 80,9 % proveniente de diferentes etnias europeas, un 14,8 % de diferentes etnias amerindias, y un 4,3 % de etnias africanas; y que un 6,3 % de la población tiene al menos un antepasado indígena.
La distribución territorial de los diferentes grupos étnicos se encuentra básicamente influenciada por las grandes migraciones internas del campo a la ciudad y del norte hacia el litoral. En la Ciudad de Buenos Aires, donde la influencia de la inmigración europea en la composición étnica se ha sentido con más fuerza que en el resto del país, un estudio realizado en 2006 sugiere un mestizaje genético promedio compuesto en un 80-86 % proveniente de diferentes etnias europeas, principalmente italianas y españolas, un 7-10 % de diferentes etnias amerindias, y un 2-5 % de etnias africanas.
Diversos estudiosos han cuestionado la representación de la población argentina como si tuviera una composición étnica homogénea, expresada en la teoría del crisol de razas, señalando la existencia de una gran brecha étnica entre europeos y criollos, muy notable cuando se trata de precisar cuáles son los sectores sociales más desfavorecidos. En este sentido, algunos intelectuales, investigadores, políticos y organizaciones de naturaleza étnica, han cuestionado la expresión «crisol de razas» como un mito, poniendo en evidencia los componentes de racismo y discriminación étnica, invisibilización y asimilación forzada presentes en la sociedad argentina.
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