Del doble 9 a menos 9. De la garantía de calidad que aportaban Cavenaghi y Teo al misterio del imprevisible Mora y el potencial, aún en proceso de maduración, de los pibes Boyé, Driussi, Andrada y Simeone. De una realidad confiable a sueños que rozan la utopía como Scocco (ya en Newell's) y Pratto. River se quedó sin nueve. Y ese puesto tan fundamental para cualquier equipo, y trascendental en la historia millonaria, tiene dueño incierto para el debut del domingo ante Gimnasia. Concretamente, el Cavegol y el colombiano siguen siendo parte del plantel. Sin embargo, Gallardo no puede contar a ninguno como fija de su 11 ideal por diferentes circunstancias. El capitán aún se está recuperando de la bursitis en el dedo gordo del pie derecho y todavía no tiene fecha estimada para su regreso a las canchas. Teo, en cambio, volvió físicamente ok del Mundial pero está retomando ritmo, se mantiene expectante de que llegue una oferta de Europa y exige resolver una deuda para continuar. Por eso, el Muñeco recién logrará tranquilidad cuando cierre el libro de pases en Europa, el 31 de agosto, y el colombiano no haya armado las valijas.
El panorama actual no le deja muchas opciones al entrenador. Está claro que no tiene a mano otro 9 como Teo y que lo necesita incluso más de lo que River precisa la plata de su transferencia. Consciente de la realidad, Gallardo por ahora cubre ese hueco en el corazón del área rival con el potente y atrevido Boyé. Por lo que demostró, al chicode 18 años le da el lomo y la personalidad para bancarse el desafío, aunque no es lo mismo que deba hacerlo por un par de partidos, o de ratos, que cargar con semejante responsabilidad en las tres competencias del semestre. Driussi, Andrada y Simeone, hoy están un escalón más abajo en la consideración del Muñeco. Y si bien los tres han demostrado virtudes interesantes, ninguno logró afianzarse de la forma que lo hicieron a esta edad (entre 18 y 20) otros 9 de la cantera como Crespo, Cavenaghi, Higuaín y Falcao.
Para el Muñeco, Pratto sería la mejor -y casi única- solución. Esa posibilidad parece caída, aunque en Núñez aún hay dirigentes dispuestos a intentar convencer a Vélez con otra oferta. Mientras tanto, el hombre-gol del equipo aún no tiene nombre propio.
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