Ya 'sólo' quedan
332 Estatuas de Lenin
'Goodbye, Lenin' es el chascarrillo periodístico del día, después de que los opositores al actual Gobierno pro ruso de Ucrania derribaran la estatua del primer presidente de la URSS.
Ha sido la última de las manifestaciones contra Viktor Yanukóvich, que se prolongan desde el 24 de noviembre. El comunismo desmiente su credo materialista con una cuidada mitología, aderezada con una iconografía mesiánica y triunfalista. Todo ello confluye en uno de los grandes iconos del siglo XX, Lenin petrificado o fundido, con mirada afilada, gesto asertivo y su perilla característica.
Abundan las estatuas en las que alza la mano derecha, dando órdenes para la construcción de un socialismo que acabó como su figura en Kiev: por los suelos, odiado y pisoteado por el pueblo. En otras aparece con gesto reflexivo. Aún en otras se yergue el busto sin más. El pueblo-masa, que mecánicamente se convertía en proletario y, mecánicamente también, se lanzaba a la revolución para conservar todos los frutos de su trabajo, contrasta con la guía de los líderes, idolatrados como semidioses. Lenin, un líder capaz de erigir un imperio desde el superliderazgo de una facción inicialmente pequeña de socialistas, está, o estaba, coronado por un aura especial que el caprichoso y brutal Stalin nunca alcanzó. Quizás por eso, y por la primacía en el tiempo, el culto a Vladímir Ilych Lenin siempre le superó.
333 documentadas
¿Cuántas estatuas hay dedicadas a Lenin en el mundo? Es difícil decirlo. Wikipedia, el depósito de conocimiento surtido con contribuciones particulares, recoge 128. Pero es una lista incompleta. Monulent.ru, una web rusa que documenta de forma sistemática las estatuas dedicadas a Lenin, recoge 333 fotografiadas y documentadas. Un aficionado a la numerología dirá que es una cifra más propia de un semidiablo que de un semidios, pero lo cierto es que ni siquiera en esta web elaborada por entusiastas del dictador comunista las recoge todas. Según Rusia Today, "en las plazas de la mayoría de las ciudades rusas se pueden ver", y hay más de 1.100 ciudades en aquel país.
Y esta cuenta se queda, en realidad, muy corta. Algunas crónicas hablan de decenas de miles de estatuas, sólo en Rusia. La página ru-lenin.livejournal.com contabiliza más de 7.000 monumentos en más de 5.000 localidades diferentes. No son sólo estatuas. Muchos edificios llevan el nombre del primer presidente de la URSS. Hay placas conmemorativas, plazas, jardines...
Oleada de derribos
Muchas de ellas, la gran mayoría, se mantienen. Muchas también han sido derribadas, como la de Kiev. De las que recoge Wikipedia 32, es decir, una de cada cuatro, han sufrido la venganza de la historia. Alguna fue retirada en pleno socialismo, como la de la ciudad rusa de Kazan, en 1951. Pero fue la caída histórica del socialismo la que arrastró a más Lenin por los suelos. Especialmente el año 1991, en que se disolvió la Unión Soviética (Yereván, en Armenia, Adis Abeba en Etiopía, más todas las de Lituania o Estonia). Pero también hay alguna de reciente construcción, como uno que hay en Gelendzhik, en pleno Mar Negro, desde 2006.
Rusia, madre patria del socialismo soviético y de Lenin es el país donde más se ha congelado su imagen. Bielorrusia, Kazajistán, o Ucrania, sobre todo Ucrania, albergan gran cantidad de estatuas. Sólo en Kiev había tres, y otras 29 ciudades recogen su figura. En noviembre de 2012 corrió el rumor de que el gobierno de Vladímir Putin iba a "deslenizar" Rusia. Aleksandr Kurdyumov, del partido Liberal Demócrata, fue el autor de la iniciativa, que algunos sectores de Rusia Unida, la formación de Putin, consideraron positiva, por lo que podría suponer de modernización de la imagen del país. Pero Putin quiere recuperar la gran Rusia imperial, y el manejo de los símbolos es una parte importante de este empeño. Por el momento, no se ha recuperado el proyecto.
También hay estatuas de Lenin en otros países socialistas, o ex socialistas. En Hanoi, base del Ejército de Ho Chi Mihn, se encuentra el Museo del Ejército. A su lado, en una gran explanada, la inevitable escultura. La Habana tiene un Parque Lenin que alberga un gran busto construido desde el 60 aniversario de su muerte.
De Seattle a Bilbao
Pero también las hay en el mundo libre. Seattle, en 1995, albergó una estatua. Acababa de disolverse el grupo Nirvana, pero continuaba la ola grunge, que tanto le debe a aquélla ciudad. Incluso en Dallas, Texas, hay una desde 1992. En 1991, cuando caían estatuas como rosquillas, Michael Rosen erigió una en lo alto de un edificio en Nueva York, que se puede ver en la calle Houston. Señala con su dedo índice a Wall Street.
Incluso en España hay una. En la plaza Kepa Embeitia de Bilbao, tras una vitrina, y acompañado por Marx. Cómo han llegado las efigies de los dos ilustres comunistas a una plaza dedicada a un cantante de coplas es característica de la memorabilia comunista. Cuando se desmanteló la URSS, la embajada en Madrid se deshizo de la cara esculpida de los dos socialistas. La asociación "La Solidaridad" de Parla sufragó su compra, para que se instalase en el pueblo de Madrid. El ayuntamiento se negó, por lo que esta iniciativa de la asociación quedó para su minúscula historia, como su proyecto de traer la momia del dictador. La comparsa Pa-Ya, del barrio bilbaíno de Ocharcoaga promovió su traslado a su sitio actual. Tanto la comparsa como Euskal Kerriko Komunistak y el colectivo Boltxe organizan frente al pedrusco el Lenin Eguna, en coincidencia con la efeméride de su muerte.
Ha llegado incluso más lejos. Una expedición anglocanadiense partió de Ciudad del Cabo en el invierno de 2006 hacia la Antártida. Querían llegar al polo sur desde la base rusa de Novolazarevskaya. Tras 46 días de expedición, con temperaturas que rara vez superaban los 30 grados bajo cero, se encontraron un enorme pedestal, que sostenía el busto de Lenin mirando eternamente al futuro del socialismo. Quedó dos metros por encima de los miembros de la expedición rusa.
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