Quienes los cuidan entregan facas para que se maten. Dentro del Servicio Penitenciario Bonaerense mueren 10 reclusos por mes. Una radiografía de la situción, publica el Diario Crónica.
Todas las fugas son planificadas. Es decir que los detenidos pagan a los penitenciarios y a los policías una coima para fugarse de un penal o una comisaría para volver a delinquir. Los delitos en las calles son cada vez más violentos porque en los penales de la provincia de Buenos Aires impera un régimen siniestro similar al de la última dictadura militar.
En las Unidades Penitenciarias anidan los huevos de la serpiente de la inseguridad. La vida en una cárcel tiene el valor de 10 pastillas de psicofármacos. Es lo que le dan los penitenciarios a un recluso para que asesine a otro con una faca entregada por el propio Servicio Penitenciario.
En penales bonaerenses se descubrieron desarmaderos de autos. Los vehículos eran robados por los presos que liberaban por la noche para que delinquieran. Actualmente hay connivencia de la policía con el delito; del SPB con el delito; de la justicia con la policía y con el delito y de la política con la policía, con la justicia y con el delito. La forma de disciplinamiento interno es la tortura. Se trata de prácticas que están naturalizadas para los agentes penitenciarios. Son sistemáticas y se aplican a todas las personas que están en prisión.
Van desde los golpes propinados a mansalva y sorpresivamente para atemorizar a pabellones "rebeldes" y golpes específicos y brutales, pasando por falta de atención médica ante situaciones de pérdida de salud visiblemente graves, asfixia- submarino, puntazos, hacinamiento, falta de alimentación, sin lugar donde hacer necesidades básicas, sin agua. Dentro del SPB mueren 10 presos por mes.
Extrema violencia
Lo que sucede en las unidades penitenciarias marca los niveles de violencia en los robos y otros tipos de delitos. Los ex presos que reinciden, y ni que hablar de los que se fugan, antes de volver al presidio, matan al otro. Lo que acaba de leer está basado en informes oficiales, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) de entrevistas propias realizadas, entre otros a Gabriel Mariotto, el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires.
Una de las frases más fuertes desgranadas durante la serie de entrevistas realizadas para este informe la pronunció Mariotto y es la siguiente: "Desde el Poder Ejecutivo y el Legislativo estamos tratando de implementar políticas para romper la actual connivencia de la policía con el delito; del SPB con el delito; de la justicia con la policía y con el delito y de la política con la policía, con la justicia y con el delito. Estos cruces de connivencia corruptos son los que más nos alertan y más complican a la seguridad en la sociedad argentina".
Las casi diarias e increíbles fugas de detenidos puso una vez más el ojo de la sociedad y de los funcionarios sobre el sistema penitenciario. Apenas el 25 por ciento de los presos son recapturados y cuando esto ocurre, la mayoría de ellos caen durante un acto delictivo, como por ejemplo el robo de un banco, de un kiosco y en una toma de rehenes.
Compleja situación
Solo en la provincia de Buenos Aires y en lo que va de este 2013 se fugaron 121 presos de cárceles y comisarías. "Los institutos de menores y penitenciarios tienen una situación muy compleja. No cumplen con el precepto constitucional que las cárceles tiene que ser sanas y limpias y tienen que estar acondicionadas para la seguridad y no para la represión", le dice Mariotto a "Crónica" y agrega: "En la Unidad 46 de San Martín nos encontramos con situaciones que transgreden la Constitución. Allí corroboramos situaciones que degradan la situación humana en forma muy violenta y que generan más inseguridad, que vuelve más agresivos a los internos".
-¿Por ejemplo?
-En celdas donde tienen que haber dos reclusos hay siete pero con tres colchones. La comida se parece a un barro intragable, y el agua no es potable. No sólo por una cuestión básica y de humanidad y de respeto a los derechos humanos hay que cumplir como se debe con el precepto constitucional. También para prevenir futuros delitos.
-¿A qué se refiere?
-No sólo con más cámaras y más patrulleros se previenen los delitos. El grado de degradación al que se someten a los reclusos genera el huevo de la serpiente para que haya mayor violencia en las calles. Durante nuestra recorrida por la Unidad 46 los reclusos nos decían que los propios penitenciarios les entregan facas para que los presos se maten entre ellos o se generen disturbios para que después se escape algún preso con el que ya estaba todo arreglado previo pago de una coima o para que se asesine a alguno que no pagó lo que debía o porque declaró contra el Servicio Penitenciario o contra algún funcionario.
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